[ Pobierz całość w formacie PDF ]
comprender como el inglés. Recordaba todo lo que le habían enseñado, todo lo que había
captado ella sola. Incluso le resultaba fácil descubrir sus lagunas en el conocimiento del
idioma: palabras y expresiones que conocía en inglés, pero que no podía traducir al
oankali; partes de la gramática oankali que no había logrado comprender; ciertas palabras
del oankali que no tenían traducción inglesa, pero cuyo significado había logrado aferrar.
Ahora estaba alarmada, complacida y aterrada... Se puso lentamente en pie, probando
sus piernas, descubriendo que le fallaban un poco, pero que le funcionaban. Trató de
disipar la niebla de su mente para poder examinarse y fiarse de lo que descubriese.
Me alegra que la familia decidiese ponernos juntos a los dos estaba diciendo
Nikanj . Yo no quería trabajar contigo. Traté de escaparme de esa tarea. Tenía miedo.
En lo único en que podía pensar era en lo fácil que podía ser que fallase y, quizá, te
hiciese daño.
¿Quieres decir..., quieres decir que no estabas seguro de lo que me acabas de
hacer?
¿De eso? Naturalmente que estaba seguro de eso. Y, en cuanto al «acabas», te diré
que ha llevado un largo tiempo. Mucho más del tiempo que habitualmente duermes.
Entonces, ¿qué querías decir con eso de fallar...?
Tenía miedo de que nunca te fuera a poder convencer de que confiases lo bastante
en mí como para dejarme mostrarte lo que podía hacer..., demostrarte que no te haría
nunca daño. Tenía miedo de que acabaría por hacer que me odiases. Y, para un ooloi, el
que pasase algo así..., sería muy malo. Peor de lo que te pueda explicar.
Pues Kahguyaht no piensa así.
Ooan dice que los humanos..., que cualquier nueva especie con la que entramos en
tratos comerciales, no puede ser tratada del modo que nosotros debemos tratarnos los
unos a los otros. Y tiene razón hasta cierto punto, aunque creo que él llega demasiado
lejos. Fuimos criados para trabajar con vosotros. Somos Dinso. Deberíamos ser capaces
de hallar maneras de superar la mayoría de nuestras diferencias.
La coerción afirmó ella amargamente . Ése es el modo que habéis hallado.
No. Ooan sí que hubiera empleado ese modo. Yo no podía. Yo hubiera ido a ver a
Ahajas y Dichaan y me hubiera negado a aparearme con ellos. Hubiera buscado
compañeros entre los Akjai, puesto que ellos no tendrán un contacto directo con los
humanos.
Alisó de nuevo sus tentáculos.
Pero ahora, cuando vaya a ver a Ahajas y Dichaan, será para aparearme... y tú
vendrás conmigo. Te mandaremos a tu trabajo cuando estés dispuesta. Y podrás
ayudarme en mi metamorfosis final. Se frotó un sobaco . ¿Me ayudarás?
Lilith apartó la vista de ello.
¿Qué es lo que quieres que haga?
Sólo que te quedes conmigo. Habrá momentos en los que tener a Ahajas y Dichaan
cerca de mí podría ser atormentador. Yo estaría... sexualmente estimulado, e incapaz de
hacer nada al respecto. Muy estimulado. Tú no puedes hacerme eso: tu aroma, tu tacto,
es diferente, neutral.
¡Gracias a Dios!, pensó ella.
Será malo para mí el estar solo mientras cambio. Necesitamos tener a otros cerca,
más en ese momento que en ningún otro.
Se preguntó qué tal aspecto tendría con su segundo par de brazos, cómo sería de ente
maduro. ¿Más parecido a Kahguyaht? ¿O quizá más como Jdahya y Tediin? ¿Hasta qué
punto la personalidad venía determinada por el sexo entre los oankali? Agitó la cabeza:
¡qué pregunta tan estúpida! Ni siquiera sabía lo mucho que podía estar determinada por el
sexo la personalidad entre los humanos...
Los brazos preguntó . Son órganos sexuales, ¿no?
No contestó Nikanj . Protegen los órganos sexuales: las manos sensoriales.
Pero... ella frunció el ceño . ¡Si Kahguyaht no tiene nada que se parezca a una
mano al extremo de sus brazos sensoriales!
De hecho, no tenía nada de nada al extremo de sus brazos sensoriales. Sólo había una
roma superficie de piel fría y lisa..., como un gran callo.
La mano está dentro. Ooan te la enseñará si se lo pides.
Déjalo correr.
Se alisó:
Yo mismo te la enseñaré..., cuando tenga algo que enseñar. ¿Te quedarás conmigo
mientras me crecen?
¿A dónde podría ir si no?
Sí. Aunque sólo sea para asegurarme de que sé todo lo que necesito saber acerca
de ti y de ellos, antes de que empiecen.
Sí. Dormiré la mayor parte del tiempo, pero, aun así, necesitaré a alguien allí. Y, si tú
estás allí, lo sabré y estaré bien. Tú..., tendrás que alimentarme.
No hay problema. No había nada raro en el modo de comer de los oankali. Al
menos, no superficialmente. Varios de sus dientes frontales eran aguzados, pero su
tamaño estaba dentro de lo normal para los humanos. Había visto, en dos ocasiones en
sus paseos, a hembras oankali extender sus lenguas hasta llegar a sus orificios de la
garganta. Pero, normalmente, las largas lenguas grises eran guardadas dentro de sus
bocas y utilizadas del mismo modo en que los humanos empleaban las suyas.
Nikanj emitió un sonido de alivio..., un frotar de los tentáculos corporales unos con otros
de un modo que los hacía sonar como un papel rígido cuando es arrugado.
Bien dijo . Mis compañeros de apareamiento saben lo que sentimos cuando se
quedan cerca de nosotros, conocen nuestra frustración. A veces, piensan que es
divertida.
Lilith se sorprendió al descubrirse sonriendo.
Y, en cierto modo, lo es.
Sólo para los atormentadores. Pero, contigo allí, me atormentarán menos. Aunque,
antes de todo eso... Se detuvo, y apuntó un solitario tentáculo hacia ella . Antes de
eso, trataré de hallar para ti a un humano de habla inglesa. Uno que sea lo más parecido
posible a ti. Ooan ya no se opondrá ahora a que conozcas a alguno.
8
Un día, había decidido hacía mucho Lilith, era lo que su cuerpo le decía que era un día.
Ahora se convirtió también en lo que le decía que era su nueva y mejorada memoria. Un
día era una larga actividad, y luego un largo sueño. Y, ahora, recordaba cada día que
había pasado despierta. Y contaba los días que pasaban mientras Nikanj buscaba un
humano de habla inglesa para ella. Fue a solas a entrevistarse con varios. Y nada que
ella le dijese pudo inducirlo a llevarla con él, o al menos a hablarle de la gente con la que
se había entrevistado.
Al fin, Kahguyaht halló a alguien. Nikanj le dio una ojeada y aceptó el juicio de su
padre.
Será uno de los humanos que ha elegido quedarse aquí le dijo Nikanj a Lilith.
Ella ya se esperaba esto, por lo que Kahguyaht le había contado antes. Sin embargo, le
costaba creerlo.
¿Es un hombre o una mujer? preguntó.
Macho. Un hombre.
¿Cómo..., cómo puede no querer volver a casa?
Ha estado aquí, entre nosotros, durante largo tiempo. Sólo es un poco mayor que tú,
pero fue Despertado cuando era joven y mantenido Despierto. Una familia Toath lo
quería, y él estuvo dispuesto a permanecer con ellos.
¿Dispuesto? ¿Qué posibilidad de elección había tenido? Probablemente la misma que
le habían dado a ella, y eso siendo él años más joven. Quizá sólo un niño. ¿Y qué sería
ahora? ¿Qué habrían creado a partir de la materia prima humana?
Llevadme con él dijo.
Por segunda vez, Lilith viajó en uno de los transportes planos a través de los atestados
pasillos. Éste no se movía más deprisa de lo que lo había hecho el otro. Nikanj no lo [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]
zanotowane.pl doc.pisz.pl pdf.pisz.pl rafalstec.xlx.pl
comprender como el inglés. Recordaba todo lo que le habían enseñado, todo lo que había
captado ella sola. Incluso le resultaba fácil descubrir sus lagunas en el conocimiento del
idioma: palabras y expresiones que conocía en inglés, pero que no podía traducir al
oankali; partes de la gramática oankali que no había logrado comprender; ciertas palabras
del oankali que no tenían traducción inglesa, pero cuyo significado había logrado aferrar.
Ahora estaba alarmada, complacida y aterrada... Se puso lentamente en pie, probando
sus piernas, descubriendo que le fallaban un poco, pero que le funcionaban. Trató de
disipar la niebla de su mente para poder examinarse y fiarse de lo que descubriese.
Me alegra que la familia decidiese ponernos juntos a los dos estaba diciendo
Nikanj . Yo no quería trabajar contigo. Traté de escaparme de esa tarea. Tenía miedo.
En lo único en que podía pensar era en lo fácil que podía ser que fallase y, quizá, te
hiciese daño.
¿Quieres decir..., quieres decir que no estabas seguro de lo que me acabas de
hacer?
¿De eso? Naturalmente que estaba seguro de eso. Y, en cuanto al «acabas», te diré
que ha llevado un largo tiempo. Mucho más del tiempo que habitualmente duermes.
Entonces, ¿qué querías decir con eso de fallar...?
Tenía miedo de que nunca te fuera a poder convencer de que confiases lo bastante
en mí como para dejarme mostrarte lo que podía hacer..., demostrarte que no te haría
nunca daño. Tenía miedo de que acabaría por hacer que me odiases. Y, para un ooloi, el
que pasase algo así..., sería muy malo. Peor de lo que te pueda explicar.
Pues Kahguyaht no piensa así.
Ooan dice que los humanos..., que cualquier nueva especie con la que entramos en
tratos comerciales, no puede ser tratada del modo que nosotros debemos tratarnos los
unos a los otros. Y tiene razón hasta cierto punto, aunque creo que él llega demasiado
lejos. Fuimos criados para trabajar con vosotros. Somos Dinso. Deberíamos ser capaces
de hallar maneras de superar la mayoría de nuestras diferencias.
La coerción afirmó ella amargamente . Ése es el modo que habéis hallado.
No. Ooan sí que hubiera empleado ese modo. Yo no podía. Yo hubiera ido a ver a
Ahajas y Dichaan y me hubiera negado a aparearme con ellos. Hubiera buscado
compañeros entre los Akjai, puesto que ellos no tendrán un contacto directo con los
humanos.
Alisó de nuevo sus tentáculos.
Pero ahora, cuando vaya a ver a Ahajas y Dichaan, será para aparearme... y tú
vendrás conmigo. Te mandaremos a tu trabajo cuando estés dispuesta. Y podrás
ayudarme en mi metamorfosis final. Se frotó un sobaco . ¿Me ayudarás?
Lilith apartó la vista de ello.
¿Qué es lo que quieres que haga?
Sólo que te quedes conmigo. Habrá momentos en los que tener a Ahajas y Dichaan
cerca de mí podría ser atormentador. Yo estaría... sexualmente estimulado, e incapaz de
hacer nada al respecto. Muy estimulado. Tú no puedes hacerme eso: tu aroma, tu tacto,
es diferente, neutral.
¡Gracias a Dios!, pensó ella.
Será malo para mí el estar solo mientras cambio. Necesitamos tener a otros cerca,
más en ese momento que en ningún otro.
Se preguntó qué tal aspecto tendría con su segundo par de brazos, cómo sería de ente
maduro. ¿Más parecido a Kahguyaht? ¿O quizá más como Jdahya y Tediin? ¿Hasta qué
punto la personalidad venía determinada por el sexo entre los oankali? Agitó la cabeza:
¡qué pregunta tan estúpida! Ni siquiera sabía lo mucho que podía estar determinada por el
sexo la personalidad entre los humanos...
Los brazos preguntó . Son órganos sexuales, ¿no?
No contestó Nikanj . Protegen los órganos sexuales: las manos sensoriales.
Pero... ella frunció el ceño . ¡Si Kahguyaht no tiene nada que se parezca a una
mano al extremo de sus brazos sensoriales!
De hecho, no tenía nada de nada al extremo de sus brazos sensoriales. Sólo había una
roma superficie de piel fría y lisa..., como un gran callo.
La mano está dentro. Ooan te la enseñará si se lo pides.
Déjalo correr.
Se alisó:
Yo mismo te la enseñaré..., cuando tenga algo que enseñar. ¿Te quedarás conmigo
mientras me crecen?
¿A dónde podría ir si no?
Sí. Aunque sólo sea para asegurarme de que sé todo lo que necesito saber acerca
de ti y de ellos, antes de que empiecen.
Sí. Dormiré la mayor parte del tiempo, pero, aun así, necesitaré a alguien allí. Y, si tú
estás allí, lo sabré y estaré bien. Tú..., tendrás que alimentarme.
No hay problema. No había nada raro en el modo de comer de los oankali. Al
menos, no superficialmente. Varios de sus dientes frontales eran aguzados, pero su
tamaño estaba dentro de lo normal para los humanos. Había visto, en dos ocasiones en
sus paseos, a hembras oankali extender sus lenguas hasta llegar a sus orificios de la
garganta. Pero, normalmente, las largas lenguas grises eran guardadas dentro de sus
bocas y utilizadas del mismo modo en que los humanos empleaban las suyas.
Nikanj emitió un sonido de alivio..., un frotar de los tentáculos corporales unos con otros
de un modo que los hacía sonar como un papel rígido cuando es arrugado.
Bien dijo . Mis compañeros de apareamiento saben lo que sentimos cuando se
quedan cerca de nosotros, conocen nuestra frustración. A veces, piensan que es
divertida.
Lilith se sorprendió al descubrirse sonriendo.
Y, en cierto modo, lo es.
Sólo para los atormentadores. Pero, contigo allí, me atormentarán menos. Aunque,
antes de todo eso... Se detuvo, y apuntó un solitario tentáculo hacia ella . Antes de
eso, trataré de hallar para ti a un humano de habla inglesa. Uno que sea lo más parecido
posible a ti. Ooan ya no se opondrá ahora a que conozcas a alguno.
8
Un día, había decidido hacía mucho Lilith, era lo que su cuerpo le decía que era un día.
Ahora se convirtió también en lo que le decía que era su nueva y mejorada memoria. Un
día era una larga actividad, y luego un largo sueño. Y, ahora, recordaba cada día que
había pasado despierta. Y contaba los días que pasaban mientras Nikanj buscaba un
humano de habla inglesa para ella. Fue a solas a entrevistarse con varios. Y nada que
ella le dijese pudo inducirlo a llevarla con él, o al menos a hablarle de la gente con la que
se había entrevistado.
Al fin, Kahguyaht halló a alguien. Nikanj le dio una ojeada y aceptó el juicio de su
padre.
Será uno de los humanos que ha elegido quedarse aquí le dijo Nikanj a Lilith.
Ella ya se esperaba esto, por lo que Kahguyaht le había contado antes. Sin embargo, le
costaba creerlo.
¿Es un hombre o una mujer? preguntó.
Macho. Un hombre.
¿Cómo..., cómo puede no querer volver a casa?
Ha estado aquí, entre nosotros, durante largo tiempo. Sólo es un poco mayor que tú,
pero fue Despertado cuando era joven y mantenido Despierto. Una familia Toath lo
quería, y él estuvo dispuesto a permanecer con ellos.
¿Dispuesto? ¿Qué posibilidad de elección había tenido? Probablemente la misma que
le habían dado a ella, y eso siendo él años más joven. Quizá sólo un niño. ¿Y qué sería
ahora? ¿Qué habrían creado a partir de la materia prima humana?
Llevadme con él dijo.
Por segunda vez, Lilith viajó en uno de los transportes planos a través de los atestados
pasillos. Éste no se movía más deprisa de lo que lo había hecho el otro. Nikanj no lo [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]